De entre los muchos intentos de fusionar las músicas populares actuales con la tradición clásica encontramos muchos estropicios, que a menudo suelen deberse a que sólo buscan simplificar la profundidad de la música sometiéndola a los clichés y trucos reconocibles del pop/rock, haciéndola más fácilmente digerible por el domesticado oído actual.
Pero a veces sí que hay buenas sorpresas con estos experimentos, como sucede con este refrescante y talentoso dúo austriaco, BartolomeyBittman, formado por
- Matthias Bartolomey, chelo, quien ha tenido una profunda formación clásica en Viena y Salzburgo, de la mano entre otros de Rostropovich, pero que también ha jugado con las posibilidades del chelo en el rock y el jazz, sin dejar nunca de participar también en orquestas y grupos de cámara.
- Kelmens Bittman, violín, formado como violinista clásico en Granz y como intérprete de jazz en la Academia de Didier Lockwood en París. Su curiosidad fuera del jazz y la música clásica ha abarcado estilos como el folk, el rock y la fusión con toda clase de ramas de la llamada «world music«. Domina también la mandolina (recordemos que tiene la misma configuración que un violín)
La unión de estos dos inquietos músicos se ha materializado en dos excitantes discos: Meridian y Neubeau, dos inspiradores trabajos con raíces la música clásica pero con muchos elementos extraídos de otros géneros: la música contemporánea, el rock progresivo o el jazz, y siempre con un contagioso y actual sentido del ritmo.
Como en el tema que ilustra el artículo, un rockero compendio de influencias estupendamente ilustrado con un vídeo con tantas localizaciones como sugerencias y citas tiene su música.
Espero que lo disfrutéis.