Existe un brecha profunda entre la música culta contemporánea y el público general. Las experimentaciones musicales (tonales, tímbricas, conceptuales) de los compositores más vanguardistas desde mediados del siglo XX hasta hoy, han erigido una muralla de incomprensión que ha reducido sus seguidores a una escueta minoría fiel.
Es por eso que es incluso más fácil econtrar jóvenes aficionados al estilo barroco que a la propia música culta de su tiempo. Ante esa dificultad, hay compositores que se sitúan a medio camino entre el mundo clásico y la música popular o música aplicada: utilizan herramientas, ingredientes de ambos mundos, sumando la originalidad necesaria en cualquier creación junto con formas e instrumentos del mundo clásico más asimilables.
En esa esfera se sitúan una serie de compositores que suelen englobarse bajo el término neo-classical. No lo podemos traducir a neoclásico porque ese término ya existe y designa otra corriente artística.
El neo-classical es un género que bebe de diversas fuentes, entre otras, de la música new-age, del minimalismo de compositores como Philipp Glass, Steve Reich, o Arvo Part, y de creadores de música aplicada a bandas sonoras de películas con autores como Vangelis, Michael Nyman o Wim Mertens, etc. Pero también se inspira en compositores históricos de música clásica, desde el barroco a Stravinsky y Mahler, y en autores de música electrónica, jazz o popular como Brian Eno, John Cale, Tangerine Dream o Laurie Anderson.
Algunos de los autores más conocidos de este estilo han aparecido ya en Deviolines: Max Richter, Ólafur Arnalds, Nils Frahm, Ludovico Einaudi, o incluso alguno de los mencionados antes podrían ser incluidos en este ámbito.
La música neo-classical suele huir de la dificultad y el feísmo, buscando un efecto ambiental, curativo, consolador, incluso de trance. En ocasiones peca de convencionalismo y recurso fácil, pero no deja de ser cierto que tiene cada vez más éxito y seguidores, así como creadores que componen sus obras siguiendo su estela.
Bajo toda esta influencia parece estar trazando su carrera la violinista protagonista del vídeo de hoy, Mari Samuelsen. Esta es su última publicación, una versión de una canción de Brian Eno llamada By the River con todas las señas de identidad del estilo neo-classical.
Emotividad, sencillez, fragilidad y contención junto al repetitivo y afortunado acompañamiento del piano, que discurre a su lado como el río mencionado en la canción.
Esta es la versión original del tema
Here we are
Stuck by this river
You and I
Underneath a sky that’s ever falling down, down, down
Ever falling down
Through the day
As if on an ocean
Waiting here
Always failing to remember why we came, came, came
I wonder why we came
You talk to me
As if from a distance
And I reply
With impressions chosen from another time, time, time
From another time
Autores de la canción: Brian Eno / Dieter Moebius / Hans Joachim Roedelius
Y aquí una lista de Spotify de Mari Samuelsen: