La mayor parte del tiempo en el día a día de un músico que viaja es algo menos glamurosa de lo que se podría pensar: tomar aviones a horas intempestivas, problemas con las normativas de seguridad en el aeropuerto, transportar el equipaje de un lado para otro, pelear con reservas, alquiler de coches y por último, pero no menos importante, un instrumento que puede que no se adapte a cada clima diferente.
Al viajar a menudo desde Miami a otras ciudades norteamericanas en invierno, me han pasado cosas como clavijas que se destensan totalmente en medio del Rondó de Schubert en Si menor. Ciertamente no era posible seguir tocando esa pieza con tres cuerdas, así que tuve que parar para arreglarlo. Al día siguiente me propuse la misión de que este tipo de incidentes no volvieran a suceder.
Me gustaría compartir algunos utensilios y consejos que he descubierto y que, no solo me han ayudado a afrontar los cambios de clima, sino que también han mejorado otros aspectos del viaje.
Es imprescindible contar con un estuche de violín ligero y resistente que proteja bien contra los cambios de clima.
Hay marcas que ofrecen tratamientos de aislamiento adicionales para reducir los cambios de temperatura en el interior del estuche. Es muy útil tener un higrómetro para controlar la humedad dentro de la caja. Si el clima es muy seco, dejo el violín en el estuche cerrado cuando no estoy tocando o incluso cuando simplemente me tomo un pequeño descanso. También dejo el estuche cerrado cuando no estoy tocando con el fin de preservar la humedad del interior.
Usar una funda para el estuche es casi imprescindible cuando trabajo a lugares muy fríos; protege el instrumento y el arco de cambios de temperatura rápidos.
Hay muchos tipos de humidificadores. Éste va unido a los cierres del estuche y tiene una gran capacidad.
Si el clima es muy seco, pongo uno de estos humidificadores en cada efe. Los quito para los conciertos porque pueden afectar al sonido o vibrar un poco.
Estos tubos están fabricados con un material que deja escapar la humedad sin que su superficie exterior se quede húmeda. Se llenan con agua destilada, que queda convertida en un gel una vez lo mezclas con las sales que contienen los tubos. ¡Me han ayudado muchísimo!
Un aparato hightech que no he probado es el Humiditrack que se coloca dentro del estuche e informa a través de un App de la temperatura, humedad y hasta impactos que pueden afectar al instrumento.
Una de las soluciones más efectivas que he encontrado para las clavijas que se deslizan es el líquido Peg Compound. Extraer cada clavija con cuidado y aplicar una gota a cada una resuelve el problema casi de inmediato.
Aplicar tiza a clavijas que resbalan es un método típico. Puede que llegue a ayudar pero, según mi experiencia, a menudo provoca el efecto contrario, y entonces se hace dificultoso afinar de forma precisa. Yo prefiero usar el líquido peg compound.
Si el problema es el opuesto, -una clavija que se atasca y cuesta girar- este compuesto en barra puede ayudar. Lubrica y permite que la clavija gire más suavemente. Por supuesto, has de usarlo con moderación.
Cambiamos ahora a los aspectos más mundanos de la experiencia de viajar…
Tengo la suerte de que muchas veces me quedo dormido antes de que el avión despegue. A pesar de eso, una buena almohada de viaje ayuda a sujetar la cabeza y permite que el cuello no sufra.
El uso de tablets y pedales para leer música ha eliminado la molestia de ir cargado de partituras. Organizarlas y archivarlas es mucho más fácil, y siempre tengo disponible la pieza que necesito cuando viajo.
Hago una copia de seguridad de mis archivos en Dropbox, por lo que, en el peor de los casos, siempre puedo recuperarlo todo. También es posible descargar de forma rápida piezas on-line desde IMSLP si es necesario.
Para mí, un cargador portátil es imprescindible. Durante el viaje, uso mi teléfono y la tablet para un montón de cosas. Guardo ahí mis direcciones de destino, así como las tarjetas de embarque, reservas de hotel e información de contacto. Si el teléfono se quedara sin batería, estaría literalmente perdido. Una ventaja adicional de este cargador es que realiza su función en menos tiempo que el enchufe estándar.
Uno de los problemas más comunes de las tablets al leer música es que también puede quedarse sin batería. Para estas situaciones, el cargador portátil también me salva el día. Incluso he realizado conciertos mientras se cargaba mi tablet.
La «Global entry card» me ha ahorrado innumerables horas de colas. Cuesta unos cien dólares y como una hora de tiempo tramitar el papeleo, pero hay una gran diferencia cuando puedes librarte de las largas colas en el aeropuerto y dirigirte a las colas pre-aprobadas TSA. No te tienes que quitar los zapatos ni la chaqueta, y los ordenadores por lo general pueden permanecer en la bolsa. Cuando entras en EE.UU desde el extranjero también puedes acceder por una cola diferente, más rápida.
Con este «BagStrap», casi siempre uno el violín al equipaje. No necesito tener nada al hombro o sostener ningún peso. Además, así tengo mis manos libres.
Los auriculares que tapan el ruido exterior son completamente necesarios cuando viajas mucho. Puedes dormir, ver una película, escuchar música o simplemente evadirte un rato o durante todo el vuelo.
Hace poco también descubrí este dispositivo en campanas de Kickstarter e Indiegogo.
‘Vago’ aun no ha salido al mercado, pero prometen que este sistema automático de compresor al vacío podrá reducir el volumen de la ropa a un 50% y se recargara con el mismo cable que los teléfonos móviles. Esto ayudara a empacar sobre todo hacia el final de una gira cuando el contenido de las maletas por lo general esta un tanto mas desordenado o se nos ocurre traer algún regalo para la familia.
Otro nuevo producto que no he probado pero que apareció recientemente en Kickstrater es una ropa interior especial para viajeros. SilverAir promete que, con fibra de plata, las prendas permanecen frescas, regulando temperatura, eliminando bacterias, y que con su ‘smartgrip’ permanecerán en lugar. ¡Pruebenlos ustedes primero!
Fuente original: The Strad
Hola. Yo tengo una duda sobre el transporte del violín en avión. Normalmente las compañías aéreas en sus normas sobre el equipaje de mano tienen unas medidas máximas que suelen ser incompatibles con las de un violín, incluso sin el estuche. Hay algunas que pueden ser más tolerantes y otras mucho menos. Pero, de entrada, un violín no puede viajar como equipaje de mano, salvo que pague un billete igual que un pasajero.
Entonces, según tu experiencia, ¿Cómo salvas este problema?
Gracias por tu atención.
Hola Pedro; efectivamente, en rigor un estuche de violín suele sobrepasar las medidas de longitud para equipaje de mano en bastantes compañías, aunque en general el personal conoce las circunstancias especiales de violinistas y otros músicos y casi siempre permiten acceder con el instrumento. Pero, como afirmas, puede suceder que en algunas compañías te nieguen el acceso, y lo que desde luego no te recomendaría nunca es que dejaras que llevaran el violín en la bodega.
Este artículo lo ha escrito el violinista Tomás Cotik, quien tiene mucha experiencia viajando con el instrumento pero no creo que llegue a leer los comentarios, así que intentaré responderte yo que, aunque no he tenido que volar con mi instrumento, he escuchado las opiniones de diferentes personas.
Lo primero que te recomendaría es que preguntaras a la compañía aérea su política en estos casos. Si su respuesta no te convence, la solución más segura es comprar un estuche de viaje o de cabina, (por ejemplo estos, o estos)que es simplemente un estuche para el violín, sin el arco. Tienen las medidas adecuadas para poder llevarlo en el avión. El problema es que el arco en este caso sí que tendría que ir en la bodega. Para que vaya seguro lo mejor es meterlo en un estuche rígido de arco y este a su vez en una maleta rígida, entre la ropa. De este modo no deberías tener ningún problema.