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si, somos afortunados de vivir este tiempo en que la informacion esta a nuestro alcance.
Le debo muchísimo al trabajo de Menuhin y estos ejercicios, le estoy profundamente agradecida y lo considero mi principal maestro, tanto en mi técnica propia como en mi enseñanza del instrumento.
Cuando leí el libro, me pasó lo que comentas, apenas entendía nada sobre los ejercicios, así que ahí quedó. Lo que realmente me sirvió fue el íia que encontré los videos. Fui haciendo bastantes de los ejercicios, sobre todo los de los dedos de la mano del arco y los de la mano izquierda. Marcaron un antes y un después en mi técnica, y en mi comprensión del aprendizaje de este instrumento.
Lo bueno de estos ejercicios, es que una vez que el cuerpo interioriza los movimientos, no es necesario seguirlos practicando. Los movimientos de los dedos de la mano izquierda, por ejemplo, facilitan muchísimo el trabajo con las partituras, pues se trabaja cada uno de los movimientos que realizan los dedos, la mano, muñeca, brazo, etc, para tocar, y se trabajan previamente, detalle muy importante, pues así, una vez incorporados , ya se activan en el momento en que se necesitan , automáticamente, de manera natural, por el propio cuerpo.
Estos ejercicios muestran el conocimiento profundo que tuvo el señor Menuhin sobre el cuerpo y el violín. Él, que fue un niño prodigio, que debido a una lesión tuvo que replantearse totalmente la forma en qué tocaba. De ahi, y de su aprendizaje del yoga, surgen estas enseñanzas.
La idea principal, que se me quedó grabada a fuego es la de que el uso cotidiano de nuestro cuerpo, no incluye la cantidad de movimientos específicos que son necesarios para tocar el violín. Éstos movimientos debemos aprenderlos adecuadamente, siendo conscientes de que son realmente nuevos para nuestros músculos, y que por lo tanto, es como si fuéramos bebés aprendiendo a andar. Con cada movimiento nuevo, hay que tener la misma paciencia y lentitud, para que se convierta en un movimiento natural de nuestro cuerpo. Una vez incorporado a nuestro "repertorio de movimientos corporales" , ya es nuestro para siempre.
Gracias Jesús por divulgar temas tan interesantes, por traer a estas páginas a Yehudi Menuhin, una persona que vale la pena conocer, y que nos ha legado tanta sabiduría. Abrazos
Gracias a ti Bea por tan amables palabras, y también por supuesto haber colaborado en Deviolines en varias ocasiones.
Desde luego Menuhin es un modelo a seguir, no sólo como músico sino como ser humano. Personalmente no terminé de integrar del todo las rutinas que enseña, porque como músico simplemente aficionado el poco tiempo que tengo para dedicarle me empuja más al repertorio que a los ejercicios, pero sí me ha abierto los ojos a ser más consciente de cómo funciona mi cuerpo y en qué debo incidir para tocar de una forma más natural.
Un abrazo, me alegro de volver a tener noticias tuyas.