¿Soy demasiado mayor para aprender a tocar el violín?

Muy amable Ellie, esa era mi intención, mostrar las dificultades y animar a superarlas. Espero que tú también encuentres el placer del trabajo continuo.

Un saludo y bienvenida :-)

Yo ahora tengo 46 años y empece a aprender el violín, en mi vida jamas me preocupe por estudiar música, mi oido es terrible pero an asi le estoy echando ganas y mi lema es no llevo prisa, prefiero tocar una nota, que estar sentada en la t.v toda la tarde. Y asi poco poco ya voy a hacer mi primera presentación.

Bueno, qué puedo decir, creo que es la misma historia que quiero contar dentro de algunos años. Todos se oponen a que aprenda a tocar. Recuerdo que desde que era una niña quise, pero mis padres por algún motivo piensan que es una total pérdida de tiempo, felizmente yo sé que no lo es. Tengo pensado comprarme mi violín a fin de mes y aprender a tocar aunque sea "estrellita dónde estás". =)

Estoy un poco en desacuerdo con las desventajas que menciona el autor. En mi caso comence a estudiar viola a los 34 , mi capacidad de aprendizaje es muy alta , realizo el equivalente a un año escolar de musica en 5 meses o menos , la posturas de mis manos son excelentes ( palabras de mi profesor) , mi capacidad de memoria es muy alta y ahora es inclusive mas rápida, y creo que cualquier adulto tiene las mismas capacidades que yo, asi que mi recomendacion es NO hacerle caso alguno a "desventajas" o aspectos negativos que les diga cualquier persona. Por supuesto que se puede aprender cualquier instrumento y en particular los de cuerda frotada a la edad adulta y pueden ser felices en el proceso. EXITO.

Pérdida de tiempo es no hacer lo que deseas. Seguro que llegas más lejos que Estrellita.

Estudiar e interpretar música te hace mejor persona. En cambio ver la TV todo lo contrario ¡suerte en la presentación!

Cada persona es única y no se puede extrapolar, pero creo que aprender de adulto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Yo hubiera preferido haber empezado de niño, para haber tenido más tiempo para progresar, pero quién sabe, tal vez entonces me habría aburrido. Gracias por tu opinión Ángeles.

Lei el post por casualidad. Debo confesar que me sentí identificado. Tengo 52 años y hace tan solo 5 meses que comencé a aprender violin, sin antes haber tenido contacto alguno con la música, aunque escuchar violín siempre me apasionó. Soy zurdo. Por ahora solo llevo cambiadas las cuerdas, pero ya tendré que cambiar el puente y seguramente alma y cadena. Pero son pequeños tropiezos comparado al inmenso placer de poder sacarle algun sonido. Hago muchos ejercicios de ritmica, luego Laoureux y Suzuki. Solo decirles a quienes lean esto, que se puede y se debe! Soy de Argentina. Saludos.

Me alegro de que te vieras identificado, a veces nos sentimos raros haciendo algunas cosas que obedecen a un impulso interior, pero internet nos muestra que no somos raros y hay más gente con la misma pasión. Saludos y bienvenido, aprovecho para saludar a los muchos argentinos que sé que visitan Deviolines.

Excelente artículo. Me ha dejado emocionado. En mi caso planteé a mis padres aprender a tocar el violín de pequeño, pero o bien no pudieron o bien no quisieron. Fue una espina que se me quedó clavada. Hace cinco años empecé a decir que cuando me jubilara empezaría a aprender a tocar, pero un buen día, al mes de nacer mi primer hijo pensé, ¿y si no llego a la edad de jubilación?. Ese día fui a una tienda de música y compré un violín de estudio chino. Era mayo y como no sabía ni como cogerlo contraté clases con un estudiante de 5º del conservatorio superior que necesitaba un dinerillo porque era extranjero. En septiembre increíblemente me pude matricular en la musika eskola de Orio, en Gipuzkoa, mi pueblo. ¡Con chavales de 12 años!. Ahora toco con ellos conciertos en el pueblo, estamos preparando el Alegretto grazioso de Dvorack, yo tengo la segunda voz. Me pongo en los conciertos como un flan y lo paso fatal, pero no me pierdo uno. Ahora estoy un poco triste porque estoy trabajando 6 meses fuera y me voy a perder la audición de fin de curso, iba a tocar la Marcha para la Ceremonia de los Turcos de Lully, con la directora de la musika eskola que toca el cello, la escuché en la película de Tous les Matins du Monde y se la pedí a mi profesora. Lo iba a pasar fatal delante del público, que simplemente son los familiares de mis pequeños compañeros, pero me fastidia muchísimo más perdérmelo. Como estoy en un hotel para no molestar me voy a un parque arbolado, alejado del núcleo urbano y al salir del trabajo ensayo si no llueve allí, a pesar de haberme perdido el final de curso. Tengo ahora mi segundo hijo y sigo encontrando minutos diarios para tocar algo. ¡Incluso vigilando el puchero en el fuego de reojo!. Yo mismo me digo que estoy en quinto de violín, aunque sea del mismo curso en mi escuela de música y vea a los chavales pasar y hacerse mayores, y desgraciadamente a algunos dejarlo. Tengo 40 años y unas profesoras de infinita paciencia. Esto es un pequeño homenaje para ellas. Y perdón por la chapa, pero es que me he visto reflejado en la entrada punto por punto

Gracias por compartir tu bonita experiencia Héctor, si te pones nervioso en los conciertos no dejes de leer el último artículo que he escrito sobre el miedo escénico, puesto que a mí me pasaba lo mismo. Aprovecha para enseñar a tus hijos (si se dejan, las mías remolonean un poco), porque además enseñando se aprende muchísimo.

Es curioso que menciones ese tema de Lully, porque lo tengo pendiente para un artículo para la sección de música de la web, quizá tanto por la película como por el tema en sí. Una película que refleja como pocas el alma de la música.

De nuevo gracias, y bienvenido, de cuarentón a cuarentón :-)

Buenas tardes! Mi nombre es AarOn Montiel y me he pasado a agradecer la dedicación y la transparencia de tu relato.
Soy estudiante de la Licenciatura en Psicopedagogía y músico desde hace ya más de 10 años. Me he interezado en el Violín desde ya tiempo atrás pero es ahora cuando me he decidido a inicier el viaje en dicho instrumento (en mi caso ya registro el canto y la guitarra clásica y eléctrica).

Muy encaminante tu aporte y desde mis estudios psicopedagógicos debo decir que sabes de qué hablas respecto al aprendizaje, excelente.

- Saludos desde la Patagonia Argentina -

Muchas gracias Aaron, es gratificante que personas con conocimientos y experiencia pedagógica como tú aprueben mis artículos.

Un saludo

Hermosas palabras acabas de publicar. Me acabas de levantar el ánimo. Me has ayudado. Muchas gracias.

Me alegro que te hayan animado. Sólo falta entonces trabajar mucho y ser perseverante ¡adelante!

Hola! tengo 18 años comencé hace unos 2 años a tocar violín pero lo abandoné, porque no me sentía capaz de tocar como yo quería y me sentí frustrada.
Cansada de oír violines, ver violines, etc. y sentirme culpable o aún más frustrada de lo que ya me había sentido al dejarlo, decidí retomarlo :)
Fue una decisión sin mayor meditación, un día lo sentí aquí en mi pecho y me fui a inscribir a una escuela de música. Sin duda me arrepiento de haberlo dejado hace 2 años por mi cobardía, pero ahora me siento diferente, me siento capaz de lograr lo que anhelo si me esfuerzo de corazón por ello.
Tu blog me encantó, va a mis favoritos, me motiva mucho!! Gracias

Gracias a ti Geraldine, leer a tanta gente que se motiva tanto con lo que escribí es enormemente gratificante.

Saludos y bienvenida

Realmente tu relato me ha llenado de animo para emprender la aventura de aprender a tocar el violin, recien cumpli 20 años y siempre he escucha que por ser tan mayor es casi imposible aprender, pero gracias a ti me siento capaz de poder hacerlo y apenas pueda me compro el instrumento y busco un tutor, MUCHAS GRACIAS.

Acabo de encontrar esta página, he leído varios artículos y realmente se nota el amor que tienes por la música y la seriedad que le pones, además la información es muy buena y detallada, hasta me recuerdas al tutor que me enseñó a tocar violín jajaj. Felicitaciones por el excelente sitio, diría que incluso contagia inspiración.

Gracias a ti Daniel, es lo que busco, transmitir mi pasión. Bienvenido.