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En esta ocasión, más que una pregunta práctica, tengo una pregunta más hipotética:
Últimamente aparece viralmente en internet una noticia sobre el violín de uno de los músicos del Titanic, que se conserva en un museo tras haber sido hallado atado, dentro de su funda, al cuerpo de su propietario tras diez días flotando semisumergido en el mar del Norte. El violín y su funda se "conservaron" abandonados en un desván durante décadas, antes de ser redescubiertos y exhibidos al público. Según la noticia, tiene dos "grandes grietas" pero se encuentra, por lo demás, "en perfecto estado." (sic)
Hay gente que insiste en la posibilidad de restaurar el violín y ponerlo a trabajar de nuevo como instrumento musical. En mi opinión, un violín empapado en agua salada durante semana y media, secado sin control y abandonado durante décadas, no tiene recuperación posible desde el punto de vista de hacer música con él. Los daños estructurales y del material deben ser irreversibles. Solo es apto como pieza de exhibición.
¿Cuál es la opinión de un luthier sobre un instrumento sometido a esa clase de daños? ¿Cómo es de destructiva la acción del agua salada sobre un instrumento de arco de calidad media? ¿Es recuperable?
Muchas gracias.
Buenos días:
Siento haber tardado en responder pero en esta ocasión he tenido que madurar bastante la respuesta. En este caso, y nunca mejor dicho, tengo que "mojarme".
Esta cuestión tiene dos partes a debatir. Una primera parte, sobre si es posible efectuar la restauración y otra sobre si es ético.
La primera parte es muy fácil de contestar: sí.
Se puede restaurar un instrumento que ha estado en estas condiciones. En el mundo de la "alta restauración" hay gente muy especializada y muy capaz. Se hacen operaciones increíbles, con resultados alucinantes. Con ésto, enlazo con la segunda parte...
Es ético o se debe hacer?
Una operación de estas características conlleva un trabajo de muchas, muchas horas. Normalmente hay que sustituir madera dañada por madera nueva (irreversible), en ocasiones siendo un porcentaje muy alto de material el que se renueva. Haciendo ésto se llega a un concepto usado en restauracion de arte, que es "falsificación de sí mismo". Ésto quiere decir que el instrumento ya no es, al 100%, el que había cuando se empezó el trabajo.
Cómo se puede justificar una intervención de este calibre?
Pensemos en el caso desde la perspectiva de ser el propietario:
Tienes uno de los violines que iban en el Titanic. Cuánto vale? La cosas valen lo que alguien esté dispuesto a pagar por ellas. La regla básica de una subasta.
Digamos que éste violín, destruido como estaría tras el agua salada y décadas en un trastero e intocable, vale 10X. Qué ocurre si en lugar de ésto, se tiene uno de los violines que estuvo en el Titanic, restaurado y sonando, y se puede utilizar para hacer un espectáculo "revival"????? Quizá ese mismo violín, ahora pueda valer, a los ojos de otros interesados 200X. Al propietario ya le puede interesar desembolsar la cantidad que cuesta la restauración, pues podría triplicar su inversión al venderlo.
Muchos instrumentos importantes históricos han llegado hasta nosotros pasando por un proceso similar. Uno muy conocido es el Stradivarius Huberman, tocado por Joshua Bell. Dicho instrumento estaba completamente inservible y se sometió a un larguísimo y muy complejo proceso de restauración antes de volver a los escenarios... La mayoría del público no es consciente de ésto y se maravillan al sonido de un Stradivarius cuando lo que están escuchando es el trabajo de un luthier excepcional que trabajaba en Beare London, Christophe Gotting (entre otros).
Debe hacerse o no debe hacerse?
Yo soy la persona que está en el banco restaurando, qué creéis que haría?
Escucho opiniones
Jose
http://www.josecatoira.com
Qué interesante esta reflexión. Yo creo que a partir de cierto punto de deterioro un instrumento no debería ser restaurado, lo que ocurre es que dónde esté ese punto es lo que se puede debatir. Me recuerda esto al caso de un famoso barco en la antigua Grecia, del que se decía que tenía tantos remiendos y reparaciones que los filósofos lo utilizaban como ejemplo para debatir sobre el concepto de la "identidad continua" ¿Es el mismo barco o es otro? ¿Cuándo dejó de serlo?
También podríamos compararlo con las restauraciones artísticas. Mi mujer estudió restauración, y una regla básica en su disciplina es que lo que hace el restaurador siempre debe ser perfectamente identificable y debe poder retirarse o cambiarse. A veces la restauración es simplemente rellenar con el color circundante puntitos, rayaduras o zonas minúsculas, y es prácticamente inapreciable para quien no lo conozca, pero muchas otras es tanto el deterioro que se deben rellenar amplias zonas, y simplemente se hace con un color neutro que se identifique claramente.
Pero claro, en el tema de los violines influye también el nivel del luthier. Tenemos mitificados a los maestros antiguos pero creo que hay profesionales hoy en día que, con un buen material de partida, pueden hacer gran trabajo sin desmerecer para nada.
En cualquier caso, en el caso del violín del Titanic, yo lo hubiera dejado tal cual; si fuera una pieza excepcional en cuanto a calidad quizás sí valiera la pena, pero me da la impresión de que aquí la decisión es más por cierto morbo de saber que lo que escuchas era el violín del Titanic.
Por si os interesa, os dejo este artículo que escribí sobre la Orquesta del Titanic, la supuesta música que interpretaban mientras se hundía, y una obra que Gavin Bryars compuso inspirado por esta historia.
https://www.deviolines.com/the-sinking-of-titanic-gavin-bryars/