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Buenos días a todos,
El título que le he puesto al asunto es un poco raro, lo reconozco, pero no sé me ocurría una mejor forma de expresarlo.
Llevo ya casi 5 meses tocando este maravilloso (e ingrato a partes iguales) instrumento, y me he dado cuenta de que los primeros 15 minutos que le dedico son con diferencia los que más cuesta arriba se me hacen, y es porque al comenzar más que un violín parece que esté tocando una caja de zapatos con cuerdas.
El sonido que le saco durante esos minutos me parece horroroso, sin más, como si todo lo que he aprendido estos meses se me olvidara por completo. Al principio pensaba que era porque tenía que ponerme el chip de tocar y hasta que le cogía el punto pues sonaba mal y ya está. Vamos, que tenía que hacer un poco de calentamiento antes de tocar en serio para sacarle un sonido en condiciones.
Sin embargo me pasa que a lo mejor toco un rato, lo dejo aparcado 1 hora porque tengo otras tareas y al volver no tengo que volver a calentar, todo suena perfecto (dentro de mis limitaciones claro). También me pasa cuando estaba en una habitación fría y me da la sensación de que hasta que la madera no se atempere no suena correctamente, lo que me lleva a preguntarme ¿tenéis alguno esa experiencia de que el violín al principio de la práctica tenga que “despertar” para sonar correctamente, o soy yo que estoy un poco loco? Jajaja
Muchas gracias por vuestro tiempo. Un saludo y felices fiestas!
Bueno, lo cierto es que un violín que no se toca suena diferente, su sonido se queda, por decirlo de alguna manera como "cerrado". Es como si necesitara calentarse, vibrar durante un tiempo para que el sonido fluya mejor. Yo conozco algunos profesores que afirman saber cuando un alumno ha practicado últimamente por cómo suena el violín: si el sonido es chato es que no lo han sacado mucho del estuche (y cuanto más chato más tiempo lleva sin ser tocado). Quizás es eso lo que notas, aunque por supuesto también influye el hecho de que puede que estés tú también algo rígido al principio, y poco a poco vas calentando y soltándote, algo que es fundamental en la interpretación del violín.
Pues si se tratase de no tocarlo no comprendo qué puede estar pasando, porque raro el día que no le dedico al menos media hora al estudio...