¿Se puede saber si un arco es realmente de fibra de carbono?

Ésta es una pregunta que he recibido en uno de los artículos, y como me ha parecido interesante, transcribo en el foro la respuesta que me ha dado Rodrigo Lasso, de la casa de violines de fibra de carbono Qarbonia:

“Buena pregunta. En principio, la mayoría (aunque no todos) de los arcos de fibra de carbono tienen por fuera ese trenzado en 3D característico como el del violín. Digo en principio porque hay arcos de fibra de carbono que no están hechos a partir de fibra de carbono trenzada, como los de la marca Arcus, de gama media alta y alta, que están fabricados completamente en fibra mediante otro proceso. Hay arcos que tratan de imitar el aspecto de la fibra de carbono mediante vinilos con ese mismo dibujo en la vara, pero si te fijas, se nota.
Muchos de los arcos de estudio entre los 150 y los 300 euros están realizados con una vara de madera en el interior, y forrados de carbono, es decir, con el alma de madera. Esto no es malo. Si esos mismos arcos estuviesen hechos en fibra de carbono al completo, primero subirían sensiblemente de precio y no serían tan asequibles, y quizá no serían tan flexibles. En mi opinión, y según lo que he visto a lo largo de los años, hoy en día las características de un arco de esta gama de precios supera en general a los de madera. Para averiguar si el arco tiene el alma de madera, se puede desmontar la nuez y mirar el interior de la vara.
de nuevo en cuanto al color y aspecto, la fibra se puede tintar de diferentes colores, y es común encontrar arcos de color pardo como los de Coda, por ejemplo, que son estupendos, o arcos que imitan el aspecto de la madera (mira el Tononi en mi web). Esto se debe a un recubrimiento posterior que en general no afecta a la flexibilidad ni a la resistencia.
Ya sabes que hay ciertas páginas o tiendas no especializadas que venden arcos más baratos de fibra de vidrio o composite (por ejemplo de ABS) por entre los 50 y 150 €
como si fueran de carbono. Es mejor desconfiar de los precios bajos si te dicen que es fibra de carbono, porque nadie da duros a cuatro pesetas, ya sabes. En muchos casos ni los propios vendedores saben lo que tienen entre manos…”