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Esta mañana me ha llegado el violín Gliga Gama I desde Qarbonia, donde Rodrigo ha montado los elementos que le he pedido (tensores, cordal y mentonera) y le ha añadido un fabuloso estuche rígido. Ahora mismo le estoy probando. El tacto y el sonido no tienen nada que ver con el eléctrico (Gewa Novita 3.0), no es que suene mejor ni peor, es un instrumento diferente. El Gewa es mas dulce, se pliega más a tí. El Gliga es exigente, y si no pones los cinco sentidos, rasca y chilla y protesta. Lo mismo le pasa a su hermana mayor, la viola, también Gliga Gama I, con la que llevo ya unos años. Como recompensa, cuando lo haces bien, suena que te emocionas tu solito. Un saludo.
¡A disfrutarlo! Poco a poco te vas pasando de la viola al violín 😉
Enhorabuena por ese nuevo miembro de la familia, espero que te dé muchas alegrías aunque sea a cambio de mucho esfuerzo, ya nos contarás cómo te adaptas a esos sonidos agudos
Gracias, Jesús y Frtancisco. Lo primero que he podido apreciar es que la cantidad de resina aplicada al arco y que se va depositando en las cuerdas es crítica. Si te quedas corto, patinas y, a tramos, no suena. Si te pasas, cuando quieres frotar suave, lo que se oye es un rascado desagradable. Esto me está pasando especialmente con la última resina que tengo, que además es de las caritas y con el Gliga, el Gewa electrico, al mantenerle la ganancia baja, no se aprecia tanto. Si consigues un equilibrio, entonces suena perfecto, se desliza suave pero suena nítido y sin rascados. La foto es de la resina.