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Debido a la presión que se ejerce al presionar el violín entre la mandíbula y la clavícula izquierdos, se produce una asimetría hacia el lado izquierdo, adelantando la posición del cráneo y produciendo una contracción irregular muscular para mantener estable el instrumento.
A esta posición se suma, además, la presión que se ejerce entre el mentón y el hombro, que llega a oscilar entre 30 a 70 Newtons en el momento de la ejecución instrumental.
Siempre se ha dicho que no conviene atenazar fuertemente el violín entre hombro y cabeza, y que ésta debe estar relativamente libre para moverse y no terminar sufriendo problemas físicos.
En este artículo además se afirma que tocar de forma prolongada conlleva un riesgo de producir una asimetría mandibular de hasta 5,33 veces más que un individuo que no toque dichos instrumentos en su vida.
Así que cuidado con las posturas muy rígidas o forzadas o terminaréis siendo más feos (o menos guapos).
El artículo completo, aquí:
https://www.larazon.es/atusalud/salud/simetria-facial-en-violinistas-y-violistas-HE20422500