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Bueno, el reto era tallar un puente nuevo que eliminara las dos monedas, que desperezase el sonido y lo desencorsetara, que consiguiera viveza al acortarse el "attack" y alargarse el "decay" para que ganase en complejidad pero sin perder el timbre que Salvador Daza Megher había encontrado por casualidad al levantar un puente viejo con los dos céntimos en las patas. ¿cómo hacerlo? básicamente experimentando con la distribución de masas del nuevo puente. Si lo hacíamos masivo perderíamos volumen, si lo hacíamos liviano volveríamos a desplazar el equilibrio de frecuencias hacia los agudos y el timbre volvería a ser "normal" como cuando no tenia monedas. Habría que invertir el tallado... y a falta de un retoque.... le quitamos presión al alma y se centra unas décimas de milímetro... casi conseguido. Eso de hacer que un puente suene como si tuviese monedas debajo no lo enseñan en ningún caso práctico de ninguna escuela de luthería jejejeje. Lo que no nos pase a nosotros no le pasa a nadie, jejejeje.
Qué interesante Frasco, desde luego en este oficio no se dejan nunca de aprender cosas, parece que hay que tener una gran intuición mezclada con experiencia para prever cómo vamos a conseguir el resultado que buscamos.
Bonita forma de tocar la de Salvador Daza.