Motivación. ¿Que obras tocáis?

Hola, he leído este después de contestar al anterior así que igual no enfoqué bien la respuesta al anterior hablando tanto de barroco. 

Entiendo lo que dices de que sólo te atrae lo más difícil, lo que de hecho no puedes tocar, porque yo siento a menudo lo mismo. Pero no es cierto que sean imposibles; son imposibles para el tiempo y la dedicación que podemos dedicarle, si tuviéramos las horas que dedica un profesional y algunos años por delante, probablemente terminaríamos consiguiendo nuestros objetivos, tal vez no a un nivel artístico muy grande, pero suficiente para el disfrute personal. 

Como temas románticos te puedo sugerir piezas como el Claro de Luna y La fille aux chevaux de lin de Debussy; Meditación de Massenet; el tema de La Lista de Schindler también tiene ese aire aunque no sea de la época; la Canzonett de Tchaikovsky; Melodie de Gluck; Romazas de Dvorak, el Salut d'Amour de Elgar...

Si se me ocurren más te iré poniendo por aquí.

Muchas gracias jesus, en primer lugar enhorabuena por la página, el otro día, prácticamente hasta la noche estuve leyendo muchos de los enlaces que pones, videos de Itzhak Perlman y mucho más.

Y gracias por la respuesta, que me da ideas de por donde tirar. Si es cierto que tenía que ir en esa línea, teniendo en cuenta que un tiempo lento de una obra romántica, se puede tocar, casi en su mayor parte (no me importa saltarme algunos compases, jeje).

La clave es eso, buscar áreas de disfrute, aprovechando la libertad que da no tener que ceñirse uno a lo que se imparta en el conservatorio. Es cierto que con horas con gran concentración y dedicación de un profesional, se puede alcanzar un buen nivel, pero recalco lo de concentración: para mejorar no basta con tocar muchas horas, aprender y mejorar en un instrumento requiere muchísimo esfuerzo de concentración, además de aptitudes. Echo la vista atrás, y cuando estaba en el conservatorio, hace ya más de 20 años, iba tan pillado con lo que debía estudiar cada semana, que no tuve apenas esa parte de disfrute. Si tocaba una hora diaria, tenía que dedicarla  exclusivamente al estudio o ejercicios técnicos que tenia encomendados para esa semana. Y quedaban pocas ganas para el disfrute. Estoy seguro que ahora sería distinto, al menos veo mayor variedad en el conservatorio (clases colectivas desde primero, banda, orquesta, colectiva, varias audiciones al año,...) aunque la técnica siempre esté ahí.

He visto un video de Itzhak Perlman, que recomienda empezar despacio y luego incrementar la velocidad. Estoy de acuerdo, pero creo que es demasiado optimista. 

También me gusta mucho la música brasileña y es cierto que ahora los recursos son enormes, como alguno que pusiste hace poco. Quizás también tire por ahí. También tengo debilidad por Andrew Bird, pero tampoco en particular como violinista.

Pues me alegro que te sea útil, esta web es un poco también reflejo de mi aprendizaje y descubrimiento de músicas, pensamientos, métodos, etc., que comparto en la medida que puedo.

Yo he estado tocando mucho estos últimos años música folk, porque desde una base sencilla permite mucho desarrollo en técnica, armonía, improvisación, etc., y he aprendido mucho con ella, sobre todo con el folk americano (bluegrass y old time) que tiene en el fiddle una base muy importante. Además, libera mucho de la lectura de partituras, de la técnica clásica, y me permite divertirme a base de bien. También colaboro con un grupo en un par de canciones con un violín eléctrico de 5 cuerdas, haciendo unos arreglos muy roqueros y heavys. Son sólo algunos ejemplos de los muchos caminos que se pueden recorrer con el violín además del siempre maravilloso mundo de la clásica. Y son caminos que no exigen tanto y uno evita el peligro de la frustración.

También están lo que comentas, lo cierto es que Andrew Bird me encanta aunque tienes razón en que no es un instrumentista especialmente portentoso, simplemente lo usa como una herramienta más para su música.

Tengo pendiente investigar en la música india, que es todo un mundo. Me compré un libro sobre su técnica y es increíble, aunque tan diferente que se me hace muy compleja. 

En fin, lo bueno de tocar de manera libre es que haces tu propio camino y puedes terminar hasta tocando flamenco si realmente te gusta. Yo por ejemplo esta tarde voy a un taller de música escocesa con un grandísimo violinista folk como es Alasdair Frasier. 

Así que mi consejo es que te sientas libre y no te encierres a ti mismo en métodos rígidos y antiguos.