Al igual que los animales, los instrumentos también se ven sujetos a la evolución, la selección natural, y la extinción. La razón de que algunos instrumentos vayan perfeccionándose e imponiéndose y en cambio otros, y la música asociada a ellos, tienda a desaparecer, responde a muchos factores que no sólo obedecen a motivos puramente acústicos.
Desde luego, esta selección no tiene un carácter sólamente negativo. Cuando un instrumento se sustituye por otro a menudo obedece a una razón de conveniencia o necesidad contra la que no hay por qué oponerse.
El problema es cuando dicho instrumento está íntimamente asociado a una cultura, una forma de vida, unas historias y un arte que corren el peligro de desaparecer en el olvido para siempre si no se hace el esfuerzo de seguir manteniéndolo vivo.
El Imzad es un instrumento de cuerda frotada con una sola cuerda, que se toca con arco un poco a la manera del Erhu chino, tocando la cuerda con los dedos pero sin presionar sobre ningún mástil. Tiene la peculiaridad de que es tocado sólo por mujeres, ya que los hombres piensan que si lo hicieran ellos serían castigados con una maldición.
El cuerpo del Imzad está hecho generalmente de calabaza recubierto de piel. Las cuerdas son de pelo de cabello, material con el que también se fabrica el arco.
Como muchos otros instrumentos populares, tradicionalmente el Imzad se solía tocar en actividades de la comunidad, acompañaba narraciones sobre héroes y sucesos del pasado, o bien se tocaba en ceremonias de cortejo que podían durar hasta la madrugada.
En 2000 sólo quedaban dos mujeres mayores en Argelia que supieran tocarlo. Los jóvenes lo consideran pasado de moda y prefieren pasar largo tiempo del desierto con sus móviles o viendo la televisión.
Por eso, se constituyó la asociación «Salvad el Imzad» que ha logrado que hasta la Unesco lo haya declarado Patrimonio Cultural.
La asociación cuenta con un estudio de grabación, otro de danza, un escenario para actuaciones y un taller para fabricar imzads.
“Para nosotros, como tuaregs, el imzad es el mejor instrumento. Es una expresión de la historia, de la violencia, de la paz… Manifiesta nuestra cultura”.
En este vídeo, entre explicaciones en árabe, podemos escuchar a partir del minuto 19 algunos fragmentos de este antiguo instrumento y su extraña armonía.
Fuente: AFPes