Entre las cuestiones técnicas de las que nos preocupamos al tocar el violín suelen estar ausentes algunas que, por no ser específicas del instrumento ni de la música, sino cualidades y actividades unidas a nuestra vida en general, no les prestamos la debida atención. Actividades y funciones básicas que, de tan habituales, a menudo no somos ni conscientes.
Cómo ya habréis adivinado (por el título claro), hablamos sobre todo de la importancia de la respiración, pero no sólo: dado que nuestro cuerpo y nuestra mente (dos categorías que en realidad no deberíamos tan radicalmente separar) no es un conjunto de piezas inconexas unidas, sino un sistema orgánico y dinámico en el que todo está relacionado entre sí, la respiración es un proceso que afecta a muchas cuestiones: la relajación, el sentido de la pausa y el ritmo, el cansancio, la concentración, el bienestar físico, la armonía física, el optimismo o actitud positiva.
Para un músico, todas estas cuestiones son fundamentales. Tanto o más que otros aspectos técnicos a las que se le da una gran importancia como las posiciones del cuerpo, de los brazos, las manos, etc.
Sobre este tema Pablo Fayad ha escrito un trabajo muy inspirador que me recuerda, en su visión humanista y global, a «El violín interior» el famoso libro de Dominique Hoppenot que, en los años ochenta del siglo pasado, sacudió las convenciones pedagógicas de los instrumentos de cuerda frotada.
Pablo Fayad es un buen amigo y colaborador de Deviolines, donde ya ha publicado un par de interesantes artículos: ¿Qué me motiva? motivación al estudiar y El violín emocional.
En su pequeña reseña biográfica en Deviolines se nos cuenta:
Pablo Fayad nació en Montevideo, Uruguay en el año 1992. De nacionalidad franco-uruguaya, cursó estudios de letras en Lyon, Francia. Su relación con el violín comenzó a sus diecisiete años cuando decide hacerse con uno de estos instrumentos y comenzar a tomar clases. El violín fue para él algo que siempre se encontró presente y que recién en ese momento se manifestó como una necesidad. A lo largo de los años su relación con el violín ha sido cambiante, pasando de periodos de mucho estudio a largos periodos sin música. “Al final el violín siempre vuelve. Es una alarma que me recuerda no olvidar mis necesidades”.
En «Respirando en bucle», nos acompaña en un recorrido por los fundamentos del proceso de la respiración, su importancia y efectos en el cuerpo y en la psique, los diferentes estudios y técnicas y aproximaciones que se han desarrollado para incorporar su gestión inteligente en la interpretación así como consejos para comenzar a desarrollar una conciencia corporal y de las emociones propia.
No es una publicación que utilice ese recurso tan manido y peligroso que es ofrecer consejos sencillos y específicos para todo el mundo, porque cada persona es diferente y se encuentra en circunstancias específicas distintas, de modo que, lo que podría ser beneficioso para un individuo, podría ser perjudicial para otro. Su planteamiento, por el contrario, es concienciar sobre la importancia de la respiración en el músico, mostrar algunas de las vías que existen para aprender a gestionarla (como la Técnica Alexander, el yoga u otras técnicas conductuales) e inspirar con algunas ideas que pueden guiarnos en el camino de encontrar la mejor disposición física y mental para tocar el violín (y para el simple bienestar en general).
Tras los capítulos de desarrollo teórico, de técnicas disponibles y de consejos sanadores, Pablo Fayad ha realizado una serie de entrevistas a personalidades del ámbito de la psicología, la música y las terapias complementarias, que utilizan el proceso de la respiración en sus actividades pedagógicas y curativas. Estas entrevistas nos aportan una multiplicidad de visiones que enriquecen nuestra comprensión de un fenómeno tan cercano y desatendido.
Todas estas cuestiones relacionadas con la respiración tienen una base fisiológica pero nosotros como músicos no las podemos entender y enfrentar desde ese punto de vista. Las sentimos y entendemos intuitivamente, e intuitivamente, desde nuestras sensaciones, también debemos trabajarlas. Con eso en mente el autor ha incluido al final tres narraciones que ilustran imaginativamente, incluso poéticamente, algunos de los conceptos del libro. Tres historias para recordar que lo más básico es a menudo lo más precioso, lo más olvidado, y que las soluciones, las respuestas están muchas veces en nuestro interior.
Como siempre, lo mejor es tener el libro en formato físico, podéis adquirirlo aquí.
Pero también podéis leerlo en su versión PDF aquí: