Es la primera vez que escribo sobre música carnática y la técnica del violín de India. Me animé a hacerlo pues conocer esta música y la técnica del violín de India han cambiado mi vida. Luego de llevar 15 años tocando violín con la técnica occidental, tenía claro que tocar este bello instrumento era mi camino y lo iba a hacer hasta el último día pero, aun así, nunca me sentía plenamente feliz. Había algo profundo que no podía alcanzar en la música y mi cuerpo a veces se resentía con la postura a la que, pese a mi dedicación, nunca me había acostumbrado totalmente. Tocaba con un vacío que jamás llegaba a comprender del todo pero siempre estaba presente.
Fue en 2020 cuando, a través de un video, conocí la música carnática y una nueva forma de tocar. En este video escuché por primera vez la música clásica de India a través de la joven violinista Charumathi Raguraman. Me sorprendió su delicadeza y humildad, transmitía pureza, algo que iba más allá de ella misma. En su mirada perdida sentí la divinidad y mi pecho se abrió. Mi corazón y mi alma reconocían el camino que había estado buscando. Este camino venía de tierras muy lejanas, de la mano de una música que siempre había estado asociada a la búsqueda interior.
(Vanajaksha Ninne Nammiti interpretado por Charumathi Raguraman)
El origen de la música:
Brahma es el Dios supremo, el creador de todo lo conocido por el hombre. Se cree que Brahma meditó durante 100000 años y como resultado de esta meditación, nació la música. Por lo tanto, el origen de la misma se atribuye a un hecho espiritual y no a algo empírico.
Representación de Brahma
En India todas las actividades de la vida cotidiana están asociadas a la espiritualidad y se cree que las artes son las actividades divinas por excelencia. Es habitual observar que las divinidades indias son representadas como bailarines o músicos: Saraswati toca la veena, Vishnu la flauta, Shiva es personificado como un perfecto bailarín. La música representa a los Dioses y a nuestra propia divinidad; por este motivo, los músicos también son profundamente respetados y en algún momento de su devoción y dedicación se transforman en canales e instrumentos de la divinidad.
Representaciones de Saraswati, Vishnu y Shiva
La música está mencionada en “los vedas”, textos sagrados en los que se habla sobre todos los aspectos de la vida humana. Específicamente en el Sama veda, donde se dice que la música es un puente para alcanzar lo divino.
Música clásica de India y Música carnática
La música clásica de India tiene un gran poder hipnótico, nos parece tan extraña debido a que en ella predomina el ritmo y la melodía. A ambos se les explora de forma profunda pero la armonía no tiene casi ninguna relevancia. En cambio, nuestro sistema musical occidental está estructurado en base a la armonía, por este motivo, uno de los instrumentos más comunes es la guitarra y también por ello, las orquestas sinfónicas se conforman de una gran cantidad de músicos. Mientras más cantidad de sonidos se ejecuten a la vez, mayor será la riqueza armónica pero en India esta concepción de la música no existe. Por ello, a nuestro oído occidental le resulta muy difícil llegar a comprenderla. Aun así, no es imposible disfrutarla si nos entregamos a la contemplación.
Existen dos corrientes de música clásica en India. En el norte se practica la música Hindustani, más conocida en occidente debido al uso del Sitar, instrumento muy característico de India que sin embargo, no forma parte de la música Carnática (Sur de India). De hecho, mucha información que encontramos en internet sobre la música clásica de India está referida exclusivamente a la música Hindustani y no a la música Carnática.
Hay una gran confusión respecto a la información que circula por internet. Si ponemos en el buscador “Música Carnática” gran parte de la información que encontraremos será sobre música Hindustani y no sobre música Carnática. Una búsqueda en inglés podría ser más correcta, no obstante para llegar a comprender esta música y tener acceso a información clara y precisa, es necesario estudiar directamente con un profesor de India o con alguien que haya sido formado por ellos.
Ensamble de música Carnática a la izquierda y de música Hindustani a la derecha.
Ambas corrientes musicales tienen una raíz común pero la música carnática es la más antigua y tradicional pues esta área de india nunca fue conquistada. El término carnático proviene del sánscrito “Karnata Sangitam” que se traduce como música tradicional o codificada. El poeta y compositor místico Purandara Dasa (1484-1564), introdujo un estilo músical único, que más tarde se convirtió en lo que conocemos hoy en día como música carnática. En este artículo nos referiremos exclusivamente a la música carnática.
Trinidad de la música carnática
Existen tres compositores carnáticos que dejaron una gran cantidad de melodías que al día de hoy se siguen practicando y son reconocidos como la trinidad de la música carnática o las tres joyas de la música carnática. Kakarla Tyagabrahmam (conocido como Tyagaraja), Muthuswami Dikshitar y Shyama Shastry. Tyagaraja es a quien se le atribuye mayor relevancia, sin embargo, todos compusieron nuevos ragas y thalas.
Kakarla Tyagabrahmam (conocido como Tyagaraja), Muthuswami Dikshitar y Shyama Shastry
(En este video “Sadhinchane O Manasa” famosa composición de Sri Tyagaraja)
La música carnática se interpreta y estudia siguiendo la línea de la devoción pero eso no quiere decir que sea música religiosa. Si bien, sus letras hablan sobre las deidades; en realidad el camino devocional conduce a explorar nuestro interior y llegar a reconocer que dentro de sí mismo vive la divinidad.
Cuando sentimos la música (sea cual sea su origen) siempre es posible llegar a realizar el viaje interior. Algunos músicos llegan al encuentro de “lo divino” a través del amor y devoción hacia las deidades. Cada músico y cada ser humano sabrá lo que en su interior significa Divino o Dios. En occidente no se le hace hincapié al desarrollo musical como un camino interior. Se prioriza el entendimiento musical a través de la mente. Ni uno ni lo otro está bien o mal, sólo son formas diferentes. En definitiva, la música clásica de India es un mundo completamente alejado a nuestro sistema musical occidental, tanto en teoría como en la forma que se desarrolla.
RAGA
En este camino musical devocional, los sonidos se mezclan y la música se va tejiendo mediante la combinación del Raga y el Thala. Raga se define prácticamente como “una colección de sonidos” pero quienes estudiamos este estilo musical sabemos que va mucho más allá de eso. Cada raga contiene una esencia que genera una sensación única en el oyente. Al presentar un raga ya podemos conocer la esencia de la pieza musical que se interpretará. Se dice que el raga es “el color” que tiene la música.
Sumergirse en la exploración del raga puede suponer el encuentro con una entidad espiritual, pues el raga transforma el espacio y contiene en sí mismo una naturaleza espiritual propia. Tocar un raga con devoción puede llevar al músico a un estado en el cual parece que “lo único que existe” es el raga.
El raga no debe compararse con una escala musical, aunque ambos sean un conjunto de sonidos bien definidos; en la escala intuimos la música pero realmente no la llegamos a sentir con profundidad. El raga funciona como una especie de switch que descarga la música hacia esta dimensión terrenal. En el raga no intuimos la música, podemos claramente sentir un pedacito de ella.
En música carnática existen 72 ragas y aunque parecen demasiados, lo importante no es tener un gran conocimiento intelectual respecto a la teoría musical. Si un músico domina sólo unos cuántos ragas pero los expresa con el corazón abierto, logrará mucho más en la audiencia que quien tiene en su mente una infinidad de ragas pero no los ha explorado con profundidad o está más preocupado por la técnica. Estando en la mente es imposible transformarse en un canal que transmita la música tal cual proviene desde la divinidad.
«El violín es un instrumento que nos muestra lo que significa “ser canal” pues somos nosotros quienes debemos transformarnos en el instrumento. Violín y violinista; no hay separación.»
THALA
El estudio devocional de los ragas se combina con el sistema de Thalas, el cual nos entrega la información rítmica de una pieza musical. Los Thalas además de ser patrones rítmicos, tienen una gestualidad particular que se indica con movimientos específicos de las manos mientras estamos estudiando la música.
En el caso de los cantantes; ellos podrían estar cantando y realizando el gesto rítmico del Thala al mismo tiempo. Por lo tanto para un músico; el momento de solfear notas musicales, seguir un patrón rítmico y además gestualizar el ritmo de forma específica le confiere un estado de paz y contemplación en el cual no hay cabida a la duda ni a ningún otro pensamiento. Se llega a la concentración plena pues estamos dominando tres aspectos musicales (las notas musicales, el ritmo y la gestualidad rítmica).
En la música occidental no existe la gestualidad del ritmo. Naturalmente en la mayoría de los casos marcamos el ritmo con un pie y todos los ritmos se marcan igual. Por el contrario, la música en India, implica dominar más elementos y esto permite llegar a una profundidad musical que, en mi caso, jamás sentí con la música occidental. El hecho de estar tan concentrado en varios aspectos musicales al mismo tiempo, limpia completamente la mente. Realmente no queda espacio para titubear o darle fuerza a nuestras inseguridades.
“El sistema de Thalas es el sistema rítmico más antiguo que existe. Tiene fácilmente 5000 años de antigüedad.”
(Existen muchos Thalas, en este video está representado y explicado Adhi Thala, el primer Thala que se estudia en música carnática)
El Kritti
En cuanto a la composición musical, la base de la música carnática es el Kritti. Podríamos decir que el Kritti se asemeja en complejidad con “el concierto para violín” de la música clásica occidental.
En el Kritti existe un momento en el cual el músico se rinde al raga. Es muy poco común tocar un Kritti sin hacer una improvisación y un viaje a través del raga. Esto normalmente se hace antes de tocar la pieza musical. Es una forma de llenar la atmósfera con la energía y esencia del raga, así la audiencia esté lista para recibir al Kritti. Por este motivo, jamás un concierto es igual a otro, la improvisación es música del momento y siempre lograremos maravillarnos de encontrar frases nuevas al momento de viajar a través de un raga. Nuevamente es posible observar que el sistema musical de India y su forma de presentar la música son totalmente diferentes a la música occidental.
(Kritti Sukhi evvaro: Improvisación del raga hasta el minuto 3.29)
(Kritti Endaro Mahanubhavulu sin improvisación del raga)
Las notas musicales
En India existen las mismas notas musicales que en occidente. 7 notas principales, completando un total de 12 notas con los semitonos. Esto quiere decir que la Octava sigue subdividiéndose en 12 sonidos, al igual que en occidente. A continuación los nombres de las notas musicales:
Así, las notas: Shadja, Rishaba, Ghandara, Madhyama, Panchama, Dhaibata, Nishada
se abrevian como: SA-RI-GA-MA-PA-DA-NI
La afinación
Respecto a los sonidos de las notas existe una particularidad única. Con frecuencia leo artículos en los cuales se hace una analogía con las notas occidentales, homologando a SA como el sonido del DO, lo cual es una confusión.
En el sistema musical de India existen muchas afinaciones diferentes, por lo tanto, cada una de nuestras notas podría tener diversos sonidos dependiendo de la afinación que usemos. No hay un sonido fijo para una nota en particular.
La afinación convencional en música carnática es la de D#. Esto quiere decir que la primera nota musical “Shadja” será D#. Si cambiamos la afinación, el sonido de Shadja y de todas las notas también cambiará. El músico puede explorar y elegir la afinación que más le guste o puede jugar con distintas afinaciones para diferentes piezas musicales.
La afinación es definida por un instrumento musical de cuerda llamado Tampura. Este instrumento posee una resonancia profunda que genera una atmósfera musical. Se van repitiendo los sonidos de las notas, de forma similar a lo que ocurre con los mantras. Por lo tanto, sólo escuchar al tampura nos produce una especie de viaje interior. El tampura es característico de todo India. En cualquier pieza musical lo escucharemos sonando por debajo de los demás instrumentos, nunca está ausente.
(Tampura demostración)
Si bien, sabemos que la octava puede subdividirse aún más (22 sonidos o Shrutis como se les llama en India), no necesariamente el estudio de los 22 shrutis es parte de la formación oficial, pues el uso de los “gamakas” conlleva en su interpretación muchos más sonidos que sólo los 12 estudiados.
Los Gamakas
Son adornos que se presentan como deslizamientos entre una nota y otra. Abarcan la transformación que ocurre desde un sonido a otro. En el caso del violín y para comprenderlo mejor, un tipo de Gamaka sería el Glissando de la música clásica occidental pero existen otros tipos de gamakas y a su vez, cada raga contiene gamakas particulares. Los violinistas de India y los músicos en general dicen que el uso de cierto gamaka u otro se adquiere mediante “absorción”. No es un proceso tan mental en el cual debamos memorizar cada gamaka para cada raga o pieza musical. Debemos escuchar atentamente y con el tiempo se van adquiriendo naturalmente como parte de nuestra técnica. En varias oportunidades pregunté a mi profesor sobre los tipos de Gamakas y su respuesta siempre fue la misma “tienes que practicar, escuchar y con el tiempo los absorberás”. A medida que voy transitando esta música me he dado cuenta que es importante la intuición, no existen tantas reglas rigurosas. Incluso, podemos observar como muchos violinistas destacados tienen diversas formas de tomar el arco y múltiples zonas en que el arco tiene contacto con las cuerdas, etc.
Durante años me vi entrampada mejorando la técnica del violín queriendo igualar “lo que se sentía mejor” con “lo que se veía mejor”. En la música india existen ciertos aspectos que no pueden modificarse pero algunos otros (los más estéticos) son perfectamente adaptables a cada músico ya que, como mencioné anteriormente, la finalidad de esta música no es la belleza ni lo meramente estético. Es una técnica distinta, en la cual hay poco juicio sobre “cómo tocan los demás”.
(Concepto de Gamaka explicado por una cantante)
La técnica del violín de India
Fue a principios del siglo XIX que un destacado músico y compositor carnático “Baluswamy Dikshitar” (1786-1859); hermano de Muthuswami Dikshitar (trinidad carnática), se formó en violín occidental y luego comenzó a tocar música india con el instrumento. El violín logró interpretar naturalmente los sonidos de India pues su tastiera sin trastes permitió un fácil acceso al uso de los Gamakas.
Baluswamy Dikshitar es considerado el padre de la técnica del violín en India. Fue él quien adaptó el instrumento para ser tocado en posición sentado (tal cual lo hacen los músicos indios).
Baluswamy Dikshitar
Respecto a su postura, el violín se apoya verticalmente sobre el cuello, el pecho o la clavícula, con la voluta apoyada en el pie derecho. No se necesitan apoyos para la barbilla al estilo occidental. El hecho de apoyarlo en el talón derecho, logró que el brazo izquierdo se liberara del peso de sostener el instrumento, lo cual permitió una gran delicadeza y libertad en los movimientos para tocar. Los gamakas se construyen así de forma casi natural y pareciera que esta postura fue guiada por los mismos dioses.
También es posible tocar sentado en una silla y cruzar la pierna derecha de forma horizontal para sostener el instrumento. Esta postura es menos común ya que los otros músicos interpretan la música sentados en el suelo.
Sabemos que el violín es uno de los instrumentos más versátiles que existen en nuestro planeta. Pronto este pequeño instrumento se adaptó a esta música con naturalidad. En india se cree que el instrumento principal es la voz humana pues permite llegar a estados más profundos de conexión con la divinidad. El violín con su tastiera sin trastes logró imitar con gran similitud a los cantantes carnáticos. Son muy populares las piezas musicales en que el violín imita la voz humana.
(Kritti Mahaganapathim con voz y violín)
Como puedes ver, tanto la técnica del violín como la música carnática son otro mundo bastante distinto al que conocemos en Occidente. Los primeros meses que comencé a tomar clases de la técnica de India me rehusaba a tener que elegir entre una técnica u otra, e incluso hacía comparaciones entre lo que aprendía y lo que ya sabía. Pronto me di cuenta que no tenía sentido traducir los sonidos a las notas occidentales ni tampoco el hecho de estar tres días tocando con el violín hacia abajo y algunos días más con la técnica occidental. El violín se resentía bastante con los cambios de afinación.
Además, me di cuenta que el hecho de estar sentada en posición casi de loto me daba paz. La energía fluía mejor y decidí dejar atrás la técnica occidental. Creo que fue la mejor decisión. Comencé a tomar clases entendiendo poco y nada de inglés (las clases son en inglés) lo cual, lejos de ser un impedimento me ayudó muchísimo. Mi oído comenzó a desarrollarse profundamente. Sinceramente, en un comienzo, la mayoría de las veces no entendía lo que el profesor me decía pero sacaba provecho máximo a los ejemplos musicales que él me daba. De esta forma, mi entendimiento era casi plenamente musical, no desde las palabras. Comencé a ver la música como lo hace un niño pequeño, sin juicio, sin tener una experiencia previa. Sin nunca haber oído “en vivo” la música carnática.
Con la práctica y la mirada devocional hacia la música comenzó a surgir mi creatividad; ya no había problema para improvisar con otros músicos, pude soltar la partitura y crear música en el momento, mi propia música comenzó a salir.
Es importante no rendirse nunca y seguir buscando hasta estar seguros de lo que estamos haciendo, una forma infalible es preguntarte si sientes amor en totalidad con alguna actividad o no. Siempre tuve fe en que algún día ocurriría un milagro y me sentiría totalmente plena con mi violín pero jamás pensé que existía otra forma de tocar ni tampoco una música tan lejana para explorar.
Sé que muchas veces escuchamos música de India y nos parece extraña, como si no tuviera lógica y eso se debe (en mi parecer) a que estamos condicionados a entender y aceptar lo que nos parece familiar, además porque estamos acostumbrados a calificar la música por su belleza, estética o complejidad. Poco nos disponemos a cerrar los ojos y dejarnos llevar por el viaje que la música quiere provocar en nuestro interior.
Te invito a que escuches la música desde otro punto de vista, sin juicio. No siempre es necesario usar la mente para calificar la música. Hay que darle valor y un lugar primordial a aquello que en India llaman Bhava. Esta palabra no tiene significado en español pero la puedo traducir simplemente como “lo que sientes”.
Algunas performances de violinistas carnáticos:
(Gopalakrishnan)
(Charumathi Raguraman)
(L. Subramaniam)
Para quien quiera explorar y aprender más sobre esta hermosa música, les sugiero revisar el canal de youtube “voxguru”, la página web de la violinista Vaikam Padma Krishna eviolinguru.com y el canal de youtube de Sanath kumar Nahibi, joven violinista carnático que compone música fusión y ha sido mi primer profesor en esta técnica.