«Soy un violinista de una sola mano, y he vivido sin el uso de la mano derecha durante toda mi vida…»
Pocas veces he estado tan seguro de incluir a un violinista en la sección de los grandes de esta página. Porque hay que tener un espíritu realmente grande para llegar tan lejos y conseguir llegar a tocar como toca Adrian Anantawan, saltando por encima de prejuicios y presuntas dificultades. Gracias a él aprendemos que no existe el «no puedo» o el «no voy a poder conseguirlo». Si lo deseas, si la música te enamora, no importa lo utópico que parezca, lo duro que resulte, si sigues tus deseos sin miedo llegarás donde deseas.
Así que debemos desechar las excusas, el «soy demasiado mayor para aprender», «no tengo habilidad con las manos», «no voy a encontratr tiempo», etc… Si de verdad te importa, encontrarás el modo.
Adrian Anantawan es un violinista canadiense que nació sin la mano derecha. Comenzó su aprendizaje a la edad de nueve años, llegando a ser al poco tiempo uno de los miembros más jóvenes de la Joven Orquesta Nacional de Canadá. Ha ganado muchos premios de música y recibido numerosos reconocimientos.
En 2006, después de disfrutar de una beca de mérito completo, Anantawan se graduó de la famosa Curtis Institute of Music en Filadelfia donde estudió con Kavafian Ida y Yumi Ninomiya Scott.
Ha estudiado con Pinchas Zukerman, y en la escuela de Música de Itzhak Perlman. Con este último comparte su implicación en proyectos pedagógicos como el proyecto CODA y de integración a través de la música, como la iniciativa VMI.
Actualmente es estudiante en la Harvard Graduate School of Education y es miembro de la Fundación Anne-Sophie Mutter, cuya labor es promover a escala mundial apoyo para jóvenes promesas de la música.
«Soy un violinista de una sola mano, y he vivido sin el uso de la mano derecha durante toda mi vida. Cuando tenía diez años, mis padres me compraron un violín, que era un gasto excesivo en aquel momento, y la posibilidad de una adaptación exitosa era improbable. Con la ayuda de ingenieros biomédicos en el Hospital de Rehabilitación Infantil Holanda Bloorview en Toronto, tuve la oportunidad de tocar con un dispositivo de adaptación conocida como una «spatula». Este producto de la tecnología me ha permitido tocar el instrumento con soltura, con la orientación cuidadosa de pedagogos musicales en colaboración con escuelas y la comunidad. Mientras que otros niños pueden no tener la misma suerte y las oportunidades que yo tuve, creo que es posible tener una carrera en la música para las personas con discapacidad, teniendo en cuenta el entorno adecuado y la atención correcta.»
Aquí le vemos interpretando, con una increíble delicadeza, el famosísimo tema de La Lista de Schindler, que popularizó su maestro Itzhak Perlman.
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It’s the most wonderful form of play that I never saw.
Thank you for your beautiful comment Sergio.
que buen video y es para decir «SI PUEDO»