Construcción de violines, violas y violoncelos.
En el centro histórico de Girona, un pequeño espacio al abrigo del tráfico donde llega el sonido de las campanas de la catedral acoge mi hogar y taller. La construcción de violines, violas y violoncelos, más que una profesión, es para mí un tipo de vida y pasión por un oficio de gran tradición. Por lo tanto, la ubicación del taller dentro del núcleo antiguo y sobre el río Onyar es muy favorable para poder disponer de una atmosfera adecuada para la concentración en un oficio basado en la continua superación y la búsqueda de un resultado siempre cuidadoso y preciso.
Nací en 1985 en Palafrugell, en una familia de sastres que se remonta a 1898. En el vinilo del obrador de mi abuelo siempre sonaba música clásica, y mi padre me contagió la pasión por la música y el gusto por la calidad sonora. Recuerdo, desde pequeño, como el ‘Concierto para violín en Re M de Beethoven’ acompañaba mis juegos y los pequeños trabajos en la sastrería y en la tornería de madera de mi tío.
Un viaje a Barcelona en 1997 marcó un punto de inflexión en mi vida. De la mano de mi padre, y como alumno de violín, cruzé la puerta de la primera tienda-taller de Xavier Vidal para comprar un violín.
El ambiente artesano de aquel establecimiento, un oasis en la calle Elisabets, me cautivó.